sábado, 8 de mayo de 2010

Primer militarismo: Orbegoso y Salaverry


-Llegado a su fin el primer gobierno de Gamarra, el sector liberal del Congreso puso en práctica sus planes para tener presencia en el Ejecutivo. Un primer paso fue la convocatoria a una Convención Nacional que elegiría al nuevo presidente de la República.



LA CONVENCION NACIONAL

Para 1833, la situación política se recuperaba de los conflictos entre Gamarra y el Congreso, marcadamente liberal, así como del intento de golpe de 1831 encabezado por el vicepresidente Gutiérrez de la Fuente. En este contexto se empezó a modificar la Constitución de 1828. Como estas modificaciones no estuvieron listas antes del fin del mandato de Gamarra, se eligió como presidente provisorio a Luis José de Orbegoso, candidato de los liberales.
Gobierno de Orbegoso (1833-1835)
Luis José de Orbegoso
Aunque contaba con el respaldo de la población y de la Convención, Orbegoso no tenía la fuerza para impedir que se formaran facciones en torno a caudillos militares. La ambición y los intereses personales de estos caudillos impidieron la unión entre los peruanos y ocasionaron un largo período de conflictos y de luchas por el poder. Principales opositores de Orbegoso fueron Gamarra y sus cercanos colaboradores. En enero de 1834, se produjo la sublevación de los gamarristas proclamando jefe supremo al general Pedro Bermúdez. La población no apoyó este levantamiento, aunque el conflicto finalizó temporalmente con la reconciliación del «Abrazo de Maquinhuayo».
Sin embargo, esta reconciliación no duraría mucho. Gamarra se trasladó al sur para contactarse con Santa Cruz -presidente de Bolivia-, discutir con él un proyecto unitario y lograr la destitución de Orbegoso. Este, por su parte, decidió trasladarse hacia Arequipa, donde tenía gran respaldo popular, pero cometió el grave error de abandonar la capital, lo que fue muy criticado por sus adversarios.

Gobierno de Salaverry (1835-1836)
Felipe Santiago Salaverry

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La prolongada estadía de Orbegoso en Arequipa fue aprovechada por el joven general limeño Felipe Santiago Salaverry, quien en febrero de 1835 organizó una exitosa sublevación en Lima que derrocó a Orbegoso. El caos provocado por el caudillismo fue evidente con la formación de tres bandos militares: el primero, liderado por Salaverry, estaba respaldado por casi todas las fuerzas del norte y del sur; el segundo, bajo la dirección de Gamarra, era apoyado por las fuerzas bolivianas; y el tercero fue dirigido por Orbegoso y secundado solo por las fuerzas arequipeñas.
El gobierno de Salaverry se inició en circunstancias muy difíciles para el país y con múltiples problemas por resolver. En sus once meses de gobierno, Salaverry intentó restablecer el orden y moralizar la administración pública, tomó medidas para enfrentar la crisis económica y fomentó la ciencia y la cultura.
Lucha entre facciones: fin de Salaverry
Por aquellos meses, Gamarra y Santa Cruz establecieron contactos con miras a establecer una unión federal entre Perú y Bolivia, pero no logró cristalizarse debido al recelo mutuo entre ambos caudillos. En 1835, Santa Cruz pactó un plan de Confederación con Orbegoso; ante esto, Gamarra optó por unir fuerzas con Salaverry. No obstante, lejos de establecer una jefatura única, Gamarra decidió lanzarse solo contra Santa Cruz sin esperar la ayuda de su ocasional aliado. Así, se iniciaron los enfrentamientos entre ambos bandos. En agosto de 1835, Gamarra huyó a Lima luego de su derrota frente a Santa Cruz. Salaverry reinició los ataques en contra de este; sin embargo, a inicios de 1836 fue derrotado en la batalla de Socabaya. Posteriormente fue fusilado junto a sus partidarios en la Plaza de Armas de Arequipa, el 18 de febrero de 1836.